En toda relación con cualquier persona es necesario poner límites que nos ayuden a definir las bases de esa relación y qué esperamos de ella.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Asimismo, los límites nos permiten marcar el punto en el que me siento cómoda ante determinada situación o cuando ya se extralimitó, no se trata de ser egoísta si no de cuidar de ti misma.
Por tanto, para mantener relaciones interpersonales saludables es sumamente importante aprender a poner límites adecuados, respetarlos y hacerlos respetar.
Sin embargo, no nos enseñan a poner límites desde temprana edad por lo que en ocasiones puede costarnos establecer dichos límites y terminamos permitiendo que otras personas nos irrespeten.
Por ello, en este artículo aprenderemos a cómo poner límites en tus relaciones para que sean mucho más saludables y te brinden mayor bienestar emocional y amor propio.
Comprender la Importancia de Poner Límites
Empecemos por lo primero, ¿Qué son los límites? Pues básicamente, los límites son líneas imaginarias que establecemos en nuestras relaciones para proteger nuestro bienestar emocional y mantener una interacción saludable con otras personas.
En otras palabras, los límites son las fronteras que establecemos para protegernos a nosotras mismas y nuestro bienestar. Estos límites pueden ser emocionales, físicos e incluso sexuales.
En este sentido, es de gran importancia establecer límites puesto que nos ayuda a evitar problemas como dependencia emocional, baja autoestima y el permitir que otras personas se aprovechen de nosotras.
Asimismo, es importante entender que los límites no son solo para una relación sentimental, sino que en todas nuestras interacciones deben existir límites saludables que nos permitan relacionarnos adecuadamente y priorizarnos.
Por tanto, existen diferentes tipos de límites que necesitamos establecer al relacionarnos con los demás sean familiares, amigos, compañeros de trabajo, entre otros. Entre los principales tipos de límites están:
Límites Emocionales:
Estos se refieren a cómo nos sentimos y cómo queremos que nos traten emocionalmente.
Por ejemplo, podríamos establecer un límite para no tolerar insultos, gritos o desprecio en una conversación.
También incluyen cuánto tiempo estamos dispuestos a pasar con nuestra pareja y cómo nos comunicamos con ella.
De esta forma, estos límites nos permiten cuidar nuestro ámbito emocional y sentimental y son sumamente necesarios establecerlos y hacérselos saber a las personas con quienes nos relacionamos.
Límites Físicos o Sexuales:
Estos definen nuestro espacio personal y los límites en el contacto físico. Si nos gustan que nos abracen o acaricien y la forma de hacerlo en la que nos sentimos cómodas.
Asimismo, se incluyen hasta dónde estamos dispuestos a llegar en las relaciones sexuales. Por ejemplo, podemos establecer límites sobre la intimidad física o la frecuencia de las relaciones sexuales.
Es decir, los límites demarcan hasta donde queremos llegar y hasta dónde nosotras vamos a permitirles llegar a los demás respecto a nosotras.
¿Por qué es Importante Poner Límites?
Establecer límites en nuestras relaciones interpersonales es fundamental por varias razones:
Protección Emocional:
Los límites nos protegen de situaciones que podrían afectar negativamente nuestra salud mental y emocional.
De igual manera, nos ayudan a evitar la dependencia emocional y a mantener una autoestima saludable.
Así como a evitar poner a otras personas por encima de nuestras propias necesidades y descuidarnos a nosotras mismas.
Respeto Mutuo:
Al establecer límites, mostramos a las otras personas lo que es aceptable y lo que no. Les enseñamos cómo deben tratarnos para relacionarse con nosotras.
Asimismo, nosotras debemos respetar los límites de las otras personas con las que nos relacionamos.
Esto fomenta el respeto mutuo y la comprensión de las necesidades de cada uno.
Evitar Abusos:
Los límites nos protegen de situaciones en las que podríamos ser explotados o maltratados.
Es decir, hay algunas situaciones en las que otras personas intentan sobrepasarnos o aprovechar nuestras debilidades, por tanto, el establecer límites nos alerta y protege en estas circunstancias.
Asimismo, nos ayuda a evitar caer en la dependencia emocional que para muchas personas es bastante común y difícil de superar.
Por lo general, a estas personas les cuesta marcar límites con las personas a su alrededor y en su mayoría resulta afectada por otras personas que ven sus debilidades y sus necesidades emocionales.
Nos permiten decir “no” cuando algo no nos beneficia.
En resumen, comprender la importancia de los límites nos ayuda a construir relaciones más saludables y satisfactorias. Permitiéndonos priorizarnos por encima de los demás y cuidar de nuestro propio bienestar.
Estrategias para Poner Límites Saludables
Como te había comentado, por lo general no nos enseñan a poner límites, algunas personas piensan que establecer límites personales es de gente egoísta y mala.
Sin embargo, entendiendo la importancia de estos límites en nuestras vidas y relaciones interpersonales es necesario comenzar a implementar estrategias que nos ayudarán a marcar límites saludables.
Por tanto, abordaremos algunas principales estrategias que nos ayudan a poner límites saludables:
Identifica tus Límites:
En este sentido, es necesario que reflexionemos sobre nuestras necesidades emocionales y lo que estás dispuesta a tolerar a otra persona y que te hace sentir incómoda.
De esta forma, conociéndote y pensando en ello podrás identificar hasta dónde los otros pueden llegar contigo.
Comunica de Manera Clara:
Asimismo, luego de identificarlos es preciso expresar tus límites de forma asertiva y sin culpa.
Comienza a decir que NO, y puede que al principio te sientas culpable o sea incómodo pero luego verás el efecto que genera en ti.
En otras palabras, tendrás el control sobre ti misma y no le darás el poder a otros de decidir por ti.
Por tanto, por ejemplo si tu jefe te pide un trabajo adicional o horas extras y no quieres simplemente di: NO. O bien, si te invitan a salir y no tienes ganas practica en decir NO y así vas a estar priorizando lo que tú quieres o no quieres hacer.
Mantén los Límites:
No cedas ante la presión o las expectativas externas. Es decir, muchas personas no están acostumbradas a respetar tus límites así que debes empezar con firmeza a expresar tus límites y mantenerlos.
No es un proceso sencillo pero es realmente posible de hacer. Y si ciertas personas realmente no quieren respetarte es mejor que te alejes de ellos, por doloroso que sea.
Aprende a Decir “No”:
Reconoce tus límites y no temas rechazar situaciones que no te benefician.
Realmente decir NO puede ser un gran aliado en tu bienestar emocional.
Detecta Señales de Alerta:
Mantente consciente para identificar cuando estás rebasando tus propios límites.
O bien cuando hay personas que te están sobrepasando o irrespetando, si notas eso exprésate con claridad y firmeza.
Practica la Asertividad:
Defiende tus límites sin agresividad ni pasividad. Es decir, no debes irte al otro extremo de ser agresiva o hiriente.
De este modo, es necesario que pongas en práctica la asertividad para expresar tus necesidades de forma clara y abierta sin dañar a otros en esa comunicación.
Acepta las Consecuencias de Poner Límites:
Establecer límites puede tener implicaciones, pero es necesario para tu bienestar.
De esta forma, puede que tengas dificultades con algunas personas, o se enojarán contigo por tus límites.
Sin embargo, es preciso que estés al tanto de eso y dispuesta a aceptar esas consecuencias por priorizarte a ti misma.
Asimismo, en este proceso es necesario que estés atenta de cuidar de ti misma, es decir, prioriza tu salud emocional y física.
Aquí te dejo otro artículo que trata sobre los hábitos saludables que puedes implementar para mejorar tu calidad de vida.
¿Qué Hacer Cuando los Límites Son Violados?
En este proceso de poner límites a otras personas puedes encontrarte con situaciones difíciles que pongan a prueba tu resistencia y tus emociones.
De esta manera, puede darse el caso de personas que aun conociendo tus límites se nieguen a respetarlos y allí debes actuar con inteligencia emocional para abordar el caso y decidir lo más conveniente para ti.
Comunicación:
Habla con esa persona, sea tu amigo, tu pareja o un familiar. Exprésale sobre cómo te sientes cuando se sobrepasan tus límites.
En este sentido, es importante que hables con asertividad cuáles son las acciones que esa persona está haciendo que te está irrespetando. Coméntale cómo te hace sentir y qué te gustaría que ella dejara de hacer para que su relación funcione de manera adecuada.
Reevalúa:
Si los límites siguen siendo violados, considera si la relación es saludable para ti o si ya es necesario tomar acciones más drásticas como cortar la comunicación o la relación.
Busca Apoyo para Poner Límites:
Consulta con amigos, familiares o un profesional si necesitas orientación.
De este modo, no te quedes callada ante una situación que te está sobrepasando o en la que te estás sintiendo irrespetada.
En otras palabras, conversa con otra persona de confianza o un profesional de la salud mental u orientador que te guíe en cómo puedes actuar.
Aplicando lo Aprendido
Finalmente, recuerda que poner límites no es egoísta; es una forma de cuidarte y construir relaciones más satisfactorias.
De igual manera, conversamos sobre las diversas estrategias que puedes comenzar a implementar para identificar tus límites y expresarlos.
Asimismo, es importante que trabajes en tu autoconcepto y tu amor propio para que empieces a conocer tus maravillosas cualidades, sepas tu valor e identifiques tus límites.
De este modo, al poner límites saludables podrás tener bienestar emocional, aumentar tu estima propia y mantener relaciones interpersonales saludables que sumen a tu vida.